“Yo publicaré el decreto”
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. (Salmos: 7,8)
Esta palabra es el deseo del corazón del Padre hacia el hijo, definido está, él nos engendró en su espíritu para darnos vida.
<Cuando Dios nos habla así, nos está dando tres elementos básicos>
- Somos sus hijos. (Nos llama)
- Nos engendro. (Nos hace nacer de nuevo) a la visión.
- Somos herederos de su herencia. (Nos cambia el curso de la vida)
Cuando entendemos este principio, no caminamos mendigado de lo que tenemos o dejamos de tener, con lo que Dios puso en nuestras manos trabajamos, es una posesión de lo que él nos ha entregado.
Si Somos hijos, comportémonos como hijos,
Si tenemos el acceso para pedir como nos indica, pide bien.
Cuando Dios te entrega algo, en línea a lo que él te habló, vas a tener que cuidarlo. Mantenerlo y desarrollarlo.
Solo él Padre engendra y lo hace a través de su Palabra, cuando esa palabra ADN o GENÉTICA nos hace nacer de nuevo, nuestras vidas comienzan a posicionarse hacia un destino de de conquista y posesión.
Recuerda el significado de:
Posesión: Es el resultado, de hecho o circunstancia de poseer algo. Dios nos está dando la habilidad de que seamos hijos, y reconozcamos que es lo que él nos dio.
Cuando una persona ha sido engendrada por el Padre, su vida cambia, y comienza a vivir una muy diferente a la que vivía antes. Un enfoque total. Un cambio Total. Como resultado estará caminando hacia su destino.
Si caminamos en la visión profética podremos entender cual es el plan de Dios.
Nos llama y nos pone nombre.
Nos da identidad, Genética.
Nos viste de realeza y autoridad.
Para posicionarnos como hijos. Cuando entendemos el plan del Padre, nosotros nos convertimos en padres de muchas gentes.
(Como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, Plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; (Romanos 4:17,21)
La unción profética te hace ver los diseños de Dios, hace que hables el lenguaje de Dios, y oír lo que él te está hablando con precisión, y sabiduría para poder entender y proyectar sus diseños.
Cuando hay visión profética, sabes de donde Dios te sacó, donde te insertó y hacia donde te lleva.
Primero fuiste engendrado por la palabra del Padre, y necesitamos hijos que se dejen desafiar por esa unción retadora para saber pedir más allá de lo que está delante.
Lidia Giménez
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