El cerebro humano es un órgano muy complejo y realiza funciones muy importantes. El cerebro controla, regula las acciones y reacciones del cuerpo. Recibe continuamente información, rápidamente analiza datos y luego responde, controlando las acciones y las funciones corporales.
Dentro de este órgano tan importante encontramos la mente y la conciencia. Podemos relacionar los pensamientos con la mente, sin embargo en La Palabra de Dios vemos una relación estrecha entre los pensamientos y el corazón del hombre.
“Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre…” (Proverbios 19:21)
Cuántas cosas pensamos durante un día entero… Encontramos pensamientos positivos, negativos, analíticos, obstinados… Cuantas cosas se escucharían si nos pusieran un micrófono en el corazón para evidenciar los pensamientos más profundos!!
En el Salmo 26:2, encontramos una recomendación que podemos aplicarla en nuestra oración diaria: “Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón”.
Para lograr una mejor comprensión de este versículo, veamos la definición de los tres verbos presentes:
- Escudriñar: Examinar, averiguar cuidadosamente.
- Probar: Usar una cosa o ponerla a prueba para ver el resultado.
- Examinar: Observar atenta y cuidadosamente algo para conocer sus características.
Por lo tanto, podemos interpretar esta recomendación de la siguiente manera: “Dios examíname cuidadosamente, ponme a prueba y observa atentamente mis íntimos pensamientos y mi corazón”.
Esta es una oración sencilla pero que manifiesta la necesidad de que Dios limpie nuestro corazón. Por qué será? En Mateo 15:19 dice “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”. Evidentemente, lo necesitamos!
Hay situaciones en la vida personal, en la familia o en el trabajo que nos pueden llevar a pensar más de la cuenta, a dormir mal por estar dando vueltas a los pensamientos, y esto nos roba la paz. Cuando le damos a Dios el primer lugar en lo que pensamos y le encomendamos lo que hacemos, inmediatamente nuestros pensamientos serán afirmados. (Proverbios 16:3).
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7.
Por último, una muy buena recomendación en donde podemos invertir nuestros pensamientos: “… Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad… Y el Dios de paz estará con vosotros. (Filipenses 4:8-9).
Andrea Carballo
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