“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.” Isaías
El mayor potencial de una pequeña luz no se deja ver en el día resplandeciente, cual el Sol de Justicia brilla (Cristo) nuestra luz es nada; pero antes de ese amanecer de la Gloria de Dios sobre la humanidad, están nuestras pequeñas lumbreras, cada uno de nosotros tenemos una luz que nos ha resplandecido, está en nosotros pero no es nuestra, pero en medio de un mundo en tinieblas esa pequeña luz en nosotros se hace ver a lo lejos.
Cuando vemos las noticias pareciera que las cosas se ponen cada día peor, sin embargo el pueblo de Dios, pueblo de la Luz, está brillando como nunca en medio de esas tinieblas que cubren el mundo. Es en los momentos de oscuridad donde, por pequeña que parezca nuestra luz, se hace más evidente en el pueblo de Dios su gloria.
Recuerdo que cuando era niño, en la casa de mi abuela, que estaba en el campo, no había electricidad, y una pequeña vela iluminaba la casa, cuando salíamos afuera para ver las estrellas era maravilloso ver aquel cielo destellante, y cuando había luna llena se podía contemplar su resplandor, inclusive en la noche más oscura podía ser iluminada por un pequeño insecto luminiscente, conocido como luciérnaga, mi abuela le llamaba “candelilla”, y aunque este era muy pequeño, su resplandor no pasaba desapercibido.
De la misma manera la Palabra nos dice que aun cuando el mundo se vea cubierto por tinieblas la iglesia con su pequeña luz alumbra al mundo y lo guía. No fuimos creados para ser puestos debajo del almud, sino para ser puestos en alto para alumbrar este mundo oscuro; la luz no es nuestra, porque le pertenece al Señor, pero está en nosotros y tenemos la responsabilidad de alumbrar, guiar, direccionar este mundo; no somos dueños de la luz pero si somos responsables de manifestarla. Las tinieblas no son otra cosa que ausencia de la luz, pero si el pueblo de la Luz se manifiestas el mundo verá gran Luz.
Al igual que la noche no es eterna, la oscuridad de esta humanidad tampoco lo será, hay un nuevo día por llegar, y será cuando el Sol de Justicia salga y brille radiantemente haciendo huir toda oscuridad del corazón de las personas. Y como dice Apocalipsis 22.5
“Allí no existirá la noche —no habrá necesidad de la luz de lámparas ni del sol— porque el Señor Dios brillará sobre ellos. Y ellos reinarán por siempre y para siempre.” NTV
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William Luna

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