Nos conviene hacernos los locos

1 Samuel 21:13

Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba.

Indudablemente David estaba viviendo una de las etapas de mayor persecución en su vida, Saúl, su actual Rey lo buscaba para matarlo, en el malévolo corazón de Saúl lo único que había para David era el deseo de acabar con él, entre tanto Dios respaldaba a David en todo lo que hacía. Muchas veces por enfocarnos en la persecución pasamos por alto el respaldo de Dios, en ocasiones el hecho de ser perseguidos, criticados o señalados nos hace olvidar que en medio de la persecución Dios muestra su amor y poderoso respaldo hacia nosotros, sus hijos amados.

El escenario de David era catastrófico y de mucha presión, su vida estaba siendo amenazada de muerte y esto probablemente lo llevo a sentirse incapaz de salir adelante, pero en medio de aquella opresión se da un hecho que cambia la historia de David, un acto de sabiduría que puede más que la fuerza.

David podía permanecer bajo temor, bajo angustia o podía simplemente dejarse guiar por Dios, de modo que en medio de la persecución David llega a la ciudad de Aquis y en ese lugar es reconocido por los siervos del Rey de aquella ciudad, quienes de inmediato hablan del respaldo de Dios hacia David y recuerdan el famoso canto que fue el inicio de la persecución: Saúl mato a miles y David a sus diez miles, tienes que tener claro que tus victorias, en ocasiones, serán las amenazas de otros, tus logros podrían incomodar a los que no entienden que Dios te está respaldando y promocionando.

Lo más interesante de esta historia es que no vemos a David fomentando los comentarios de los siervos del Rey de Aquis, tampoco pelea, no discute, no trata de arreglar la situación, en contra de todo pronóstico David asume una actitud que nos conviene mucho considerar y atesorar en nuestro corazón, David decide hacerse el loco, no vemos a un David lleno de miedo, o inseguro, la solución de David en esta ocasión habla de la grandeza de su corazón.

David tenía dos opciones, la primera era dejarse enceguecer por la “buena fama” de aquella canción y permitirse por un momento sentirse por encima de su terrible enemigo Saúl, o David podía asesinar su ego, su orgullo personal y humillarse una vez más, no permitiendo que su victoria estuviera por encima de sus convicciones personales, la segunda opción fue la que eligió, su elección fue verse mal ante todos con tal de no dar lugar a la vanagloria y al orgullo, poner cara de loco y fingir que no estaba bien, Sabes usted que estaba haciendo David? Sacrificando su propia imagen para guardar la imagen de su líder, de su perseguidor, de su mortal enemigo, simplemente porque su enemigo era su líder, su Rey, la autoridad de su nación.

Cuantas veces reaccionamos a las injurias, a las mentiras, a los falsos? Cuantas veces nos defendemos y queremos tener la razón dejando la imagen de la otra persona destruida? Es casi normal en nosotros hacer ese tipo de cosas, pero hay un nivel más alto de humildad y es cuando soy yo quien prefiero destruir mi imagen antes de destruir la de otros.

Cuando imaginamos la escena de David en este versículo, cuando nos trasladamos a través de la imaginación a aquel momento y logramos divisar el rostro de David de acuerdo a la narración del versículo, es impactante dibujarlo en nuestra mente, dice que cambio su manera de comportarse, arriesgo su reputación para salvar el honor de Saúl, fingió estar loco, escribió en las puertas y dejo que la saliva corriera por su barba, violo su propia vanidad, asesinó el logro de haber matado a Goliat, ya que de esa victoria había salido esa canción, renuncio a todos sus logros personales, con la única intención de salvar la reputación de Saúl y no exponer a su Rey.

Tremenda enseñanza de humildad nos muestra David en este pasaje, mucho que aprender y mucho camino por recorrer. En ocasiones nos quejamos de la crítica y la persecución, Quiere saber algo? David aprendió esto mientras era perseguido, no lo aprendió en el redil mientras cuidaba ovejas, no lo aprendió en el palacio mientras tocaba para que los demonios de Saúl se fueran, lo aprendió mientras era perseguido, mientras era vituperado, mientras era señalado y criticado.

En ocasiones la persecución nos enseña los más tremendos secretos de humildad, al final lo importante no es salir ilesos de la prueba, lo importante al final de la prueba es estar seguros de haber aprendido lo que Dios, en su inmenso amor, quería enseñarnos, lo importante al final de su proceso es que usted haya muerto a lo que debía de morir, en esta ocasión David estaba muriendo a su propia imagen, exponiéndose como un loco delante de todos los siervos del Rey de Aquis.

Morir a nuestro yo es una de las tareas más duras del cristianismo, creo profundamente que es el camino a la victoria interior, es la clave para permitir que el Espíritu Santo nos llene más de su presencia, pero es sumamente duro ir de manera voluntaria a la muerte de mi propio yo, sin embargo el final será glorioso y una vez terminada la prueba serás una hermosa vasija en las manos del alfarero.

Nos conviene hacernos los locos, nos conviene perdonar, dejar ir y continuar, nos conviene aprender que no siempre defendernos es la salida y tampoco tener la razón es ganar, a veces gana quien fingió que estaba loco, porque al final recibirá recompensa. David fue perseguido y finalmente recibió su corona de Rey de Israel, usted y yo recibiremos una recompensa eterna, una corona incorruptible, nos conviene parecer locos en esta tierra, para Reinar en la eternidad, no se desanime cuando sea perseguido o perseguida, recuerde que usted no es de aquí y su galardón no es terrenal.

Que el Señor le bendiga!!!! Y que Dios haga muchos milagros en su vida.