Juan 15:8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos”.
Después de tantos años de conocer al Señor, me doy cuenta el porqué es tan importante la imposición de manos del Profeta, del Padre Apostólico y lo indispensable de moverse en obediencia cuando hay un llamado. Desde aquel maravilloso día que me fue dada la primera Palabra Profética y donde se me ordenó, para acatar una orden divina, he tratado de moverme conforme a las palabras que directamente mi Señor me ha dado. Mis radares espirituales trato de tenerlos bien dirigidos, para que no se escape absolutamente nada y sumergirme en esas aguas gloriosas que hasta hoy me han cubierto.
He visto en mi misma casa «Iglesia» en la cual vivo desde que nací, cambios que solo Dios en su Soberanía puede hacer. El gozo de servir al Señor se complementa llevándonos a conocer personas que deberíamos tomar muy en cuenta para aprender lo bueno. Hace algunos años Dios me permitió conocer un grupo de campeones en un retiro de Heredia, donde fui invitada y bendecida para llevar la Palabra, desde ese día una conexión muy bonita hubo, pues hablábamos el mismo idioma de Reino «Intercesión», don Gerardo Campos había tenido una inquietud y comprobación y bendición de su pastor, levantó un grupo de oración e intercesión con Heredianos para cuatro paredes, sino específicamente para cubrir el Pastorado de esa Provincia y proclamando Heredia para Cristo. Su nombre MIER, Ministerio de Intercesión Especifico para Pastores. Eso impactó mi vida porque muchos de nosotros ni imaginamos que personas ajenas a nuestra congregación sin conocernos siquiera puedan estar haciendo cadenas de oración y ayuno a nuestro favor. Es la razón por la cual Dios se mueve en forma tan extraordinaria. Cuando hay campañas o cuando se asoman algunas cosas no buenas en las familias, pastores y congregaciones, es glorioso ver a hombres y mujeres de diferentes denominaciones con cobertura pastoral que se alinean con una sola visión, orar específicamente por diversos pastores, sin estar encerrados en un solo lugar, sino apartando las estructuras de las denominaciones, pero en un acuerdo.
Dios me regala la bendición de compartir muy de cerca con ellos y ellas, viendo la Gloria de Dios a través de sus testimonios, sometidos en obediencia a las autoridades, podemos ver maravillas, pues aun los pastores han hecho a un lado sus tradiciones para unirse a esta visión, entendiendo que Él se mueve en la unidad de su pueblo, donde no hay celos y donde solo se levanta un Altar de Adoración al que vive por los siglos Jehová de los Ejércitos.
Milagros y maravillas se han compartido unos con otros y nos deleitamos viendo a Dios gozándose por la unidad y el mover de su mano; y como en todo, para ver la bendición debe existir respeto a la autoridad delegada y a nuestros pastores que en acuerdo oramos para que en cada rincón de esta hermosa tierra se levanten intercesores con visión Profética y Pastores Paternales que cubran a esas ovejas y que se desenvuelvan con libertad y liderazgo, apoyando para salir como oro refinado a servir al Dios vivo y de esa manera cubrir también a nuestros Pastores. Jesús dijo: “para que todos sean uno así como tu oh Padre en mí y yo en ti que también ellos sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me enviaste”.
Pastor no importa dónde estás ni cual sea tu denominación, oramos por ti. Jesús es el Señor de la Iglesia.
Cecilia de Caicedo
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