Las salidas de Dios

Manifestando hoy lo que Dios planificó en la eternidad

“Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.”

Mateo 20:1

“…de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”

Miqueas 5:2

“Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar.”

Marcos 4:3

“Dios siguió hablando después de mandar su libro a la imprenta.” – Daniel Boorstin

Pocas cosas son a veces tan menospreciadas por algunos creyentes como las parábolas. Las vemos como algo tan simple y sencillo; y aunque ese es el fin, que lo difícil lo entendamos fácilmente, las parábolas son historias relevantes y cargadas de revelación que nos enseñan y revelan los planos, diseños y propósitos eternos de Dios para con el hombre, su iglesia y las naciones.

Estas aparentes y sencillas historias nos ayudan a comprender mejor la mente de Dios, nos decodifican cosas que han estado ocultas para otras generaciones y que a su vez también nos activan y despiertan nuestro espíritu para que llevemos acabo su visión aquí en la tierra.

Los horarios y las salidas del Señor de la viña

Así comienza la parábola de los obreros de la viña llamados en la undécima hora: Inicia narrando de un padre de familia y dueño de una viña que “…salió por la mañana a contratar obreros para su viña.” (Mateo 20:1 RV) ¿Quién representa este padre y dueño de la viña? A Dios. Aquí se nos revela la forma y los principios bajo los cuales Dios trabaja y opera en la historia y en la vida de los hombres que Él llama. Por esto es importante entender los secretos poderosos guardados en estas aparentemente sencillas enseñanzas pronunciadas por el Maestro.

En esta historia el dueño de la viña, que representa a Dios, hace cinco salidas a la plaza para buscar obreros que puedan trabajar en su cosecha. En Israel un día laboral era de doce horas, siendo la primera hora, las seis de la mañana. El padre de familia salió en la mañana, posiblemente antes de las seis de la mañana a buscar y contratar obreros para su viña, ya que a las seis se comenzaba a trabajar en muchos campos y viñas de la época. Luego hizo su segunda salida a la plaza en su búsqueda de obreros para su viña a la hora tercera del día que vienen a ser las nueve de la mañana. Su tercera salida fue a la hora sexta que vienen a ser las doce del medio día. Su cuarta salida fue a la hora novena que vienen siendo las tres de la tarde. Y su quinta salida fue en la undécima hora que vienen siendo las cinco de la tarde. Ahora, nada de esto es casualidad, todo tiene un valor profético pero también aplicaciones importantes que a su vez nos dan una mayor comprensión del mover de Dios.

Sus salidas son desde el principio de la eternidad

”Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” Miqueas 5:2

Dios jamás ha sido pasivo, sino que ha sido eternamente activo, y se ha movido a través de toda la historia y lo seguirá haciendo a través de todas las edades. Las “salidas” de Dios, son los movimientos y las manifestaciones a través de los cuales Él se ha expresado a diferentes generaciones. Cada generación le ha tocado experimentar una salida única y especial de Dios. Cada hombre, mujer o ministerio que ha logrado marcar su época y transformar su generación lo hizo porque se encontró con Dios en una de sus salidas.

Es interesante que las Escrituras nos enseñan que sus salidas son desde la eternidad. Aun antes que el mundo y la materia fuese creada y el tiempo haya sido establecido, Dios ha estado moviéndose activamente en la eternidad como en la historia. Es por eso que no hay nada que el diablo pueda hacer para frustrar los planes eternos del Altísimo, ya que antes que el enemigo planifique una enfermedad contra la humanidad, Él ya tiene preparado el remedio. Es por esta razón que a Cristo se le conoce como el ”Cordero Inmolado desde antes de la fundación del mundo.”. Cuando el diablo hizo caer al hombre y a la mujer en rebeldía y pecado, lo que no sabía ni tenía idea, era que el que mora en los cielos, ”se burlará”, porque Dios ya tenía preparado uno de los planes más exactos, poderosos y perfectos de redención de toda la historia.

Era un plan de recuperación tan único que el hombre que había caído sería llevado a través de una experiencia personal de redención y reposicionamiento en Cristo donde el mismo hombre que fue tentado y cayó, sería ahora usado por Dios para aplastar la misma cabeza del enemigo.

El Dios de la iniciativa

Dios nunca es tomado por sorpresa. Me acuerdo que mi suegro acostumbraba a decirle algo a sus hijas: “Cuando ustedes van, yo ya estoy devuelta.” Igualmente nosotros, cuando salimos Él ya está allí esperándonos y quizás hasta de regreso. Salir implica tomar iniciativa, y eso lo que Dios ha hecho, Él tiene la iniciativa sobre todo mover histórico; para Él aún el futuro ya se volvió en un pasado.

En una guerra tomar la iniciativa y no perderla es crucial para ganar. Por esta razón se tienen operaciones de espionaje e inteligencia para poder atacar tomando al enemigo por sorpresa. Cuando la escritura dice, que el padre de familia, “salió” nos está mostrando a un Dios que está sumamente involucrado, pero más que involucrado, está comprometido con su pueblo e iglesia para que su reino se mantenga avanzando. Dios inicia muchas cosas antes que nosotros las veamos y las percibamos. Dios nunca es tomado por sorpresa y aunque el futuro no lo conocemos y no está a nuestro alcance, lo que sí sabemos es que Dios nos está esperando allí. Cuando tú sientes una carga por hacer algo es porque ya Dios salió a hacer algo. Si hay algo que podemos decir de Dios, es que es un Iniciador.

Como Creador Él es quien toma la iniciativa diseñando toda la creación.
Como Señor Él es quien llama a los hombres para inaugurar nuevas dispensaciones y
Como Padre Él es el progenitor de la nación de Israel y de los diferentes moveres en las naciones.
Como Libertador, Él es quien inicia la fase de la liberación de su pueblo de la esclavitud.
Como Juez, Él es quien establece las leyes legislativas de su pueblo.
Como Redentor, Él es quien ya había organizado el plan redentivo para toda la humanidad aún antes que el hombre pecara.

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