Tus mayores conquistas no serán a través de tus logros, sino por medio de tu obediencia, ella será tu compañera de milicia. Para obtener grandes éxitos sólo tendrás que estar conectado a la obediencia, que es dolorosa en ocasiones. Tienes que hacer lo que tu carne no quiere, Por eso Jesús dijo “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, Sino la Tuya” lo que el hijo está viendo, es que hay un dolor, un sacrificio y un precio que pagar, para posteriormente obtener un gran derramar del Espíritu de Dios donde te llevará a grandes victorias, y avances en el Reino de Dios.
Ella determinará el nivel de madurez, de visión y de entendimiento a lo que él Padre te está desafiando.
“Jesús nos dejó un gran ejemplo; siendo hijo padeció y sufrió por la humanidad”
Cuando hay una obediencia evidente en las personas, su manera de hablar, de caminar y producir, es totalmente multiplicadora. (1 Pedro1:2)
- Y aunque era hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. (Hebreos 5:8,9)
Cuando nos preguntan que es realmente la obediencia, sólo podemos describirla cuando la vivimos y practicamos, sino se practica sólo son palabras que salen de la boca y no del espíritu.
La OBEDIENCIA es un ejercicio, en el cual se desarrolla en el camino, la OBEDIENCIA es una acción y voluntad, una decisión y negación.
Tu obediencia hablará de ti:
- Serás un ejemplo a seguir.
- Tu ropaje será cambiado.
- Otros te escucharán y serán edificados.
- Se te abrirán puertas y dimensiones y verás lo que antes no veías.
- Recibirás aun donde no has sembrado.
- Deuteronomio 6:10-11 nos está hablando de ciudades, casas, cisternas, viñas y olivares…
La palabra nos enseña que todas esas grandes bendiciones son desatadas y vienen a las vidas de aquellos que le obedecen.
Obediencia nos habla de quebranto y muerte:
Al seguir a Jesús nos damos cuenta que tenemos que padecer y morir a muchos hábitos y deseos de la carne. Cuando dice, toma tu cruz y sígueme…
Quiere decir habrá dificultad, algún monte que escalar, algún rio que cruzar, desiertos que pasar, pero es ahí donde Dios nos forma y desarrollamos nuestra Obediencia.
- Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto y resucitar al tercer día. (Mateo 16:21)
Lección que da a sus discípulos; y que nos sirve a nosotros:
- Siempre que Jesús te esté formando antes de hacer algo él te lo anunciará y te dirá lo que debe de cambiar en tu vida.
- Te es necesario saber que cambiaras de dirección hacia donde el marque, ya no será el mismo camino.
- En ese proceso de cambio y despojo, aprenderás a que la prueba de nuestra fe produce paciencia. (Santiago:1:3)
- Se muere a muchos hábitos, estructuras y patrones de conducta, que ya en nuestra Obediencia en Jesús, no podemos seguir siendo los mismos.(2 Timoteo3:10)
- Serás un nuevo hombre y mujer, resucitando con Cristo. (Romanos 6:4)
“Serás una nueva persona, tu vida nunca más será la misma, ventanas de bendición están abiertas para ti, OBEDIENCIA atrae, riqueza y abundancia, es multiplicadora”
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