Encontrar el verdadero amor es algo con lo que la mayoría de nosotros soñamos, y posiblemente muchos hemos sido gratamente sorprendidos de encontrarnos con alguien que era completamente diferente a lo que otros habían dicho.
Muy personalmente he podido experimentar ese sentir con Dios, ya que antes pensaba que lo conocía y tenía una relación cercana, pero mi percepción de Dios estaba formada en gran parte por mi familia, amigos, el mundo que me rodeaba y lo que ellos decían acerca de Él.
Sin embargo, conocerlo íntimamente a través de las escrituras me ha mostrado un Dios muy diferente al que percibía. Tanto que ya no puedo ignorar lo cómoda y libre que me siento al compartir cada momento con Él.
Cuando estoy con Él simplemente le encuentro sentido a mi vida, distingo muy bien Sus caminos de los míos, me motiva a escalar montañas y si hace falta me da lo que necesito para moverlas, me desmantela las mentiras que me tenían engañada y me enseña a hablar con la verdad.
Solo con Él mi razón deja de existir y mi corazón se viste de plena seguridad. Con Él se me hace más fácil deshacerme de áreas que por tiempo me tenían vendada, me muestra poco a poco sus secretos divinos y ser tan fiel ante sus promesas, han hecho crecer mi confianza… al punto que ahora puedo decir, sus caminos si son agradables y perfectos!
Hoy hablo de un amor inagotable, que nunca se cansa de llamar mi atención, de brindarme su misericordia, de ser paciente a mis cabezonadas y que todo lo que hace proviene de su amor por mí.
Espero que llegue ese gran día en poder conocerlo y amarlo como Él ya lo hace conmigo.
Son los momentos en que ni siquiera puedo imaginar mi vida sin Él, me declaro dependiente de su consejo, su guía, su amor, su voz, es el único que puede borrar cualquier circunstancia o estado de ánimo, con una sola palabra, es más, con tan solo su presencia.
Estoy segura que somos el mejor equipo y el estar a su lado siempre me nutre. Si vengo débil, me da sus fuerzas, si traigo lamento me toma de la mano y me convence ir a su pista y bailar, si me tachan de vil, me sube a lo más alto y avergüenza a mis enemigos, si traigo amargura endulza mi paladar con su miel, si traigo muerte me da vida y en abundancia…
Me alegra tanto haber encontrado el Verdadero Amor, bueno, debo ser sincera, Él fue quien primero se fijó en mí y no miento, hoy puedo presumir, que al creador del mismo Amor le brillaron, brillan y brillarán sus ojos por mí, de verdad que soy la más afortunada y agradecida.
Como todo buen enamorado sé que está preparando la mejor morada, para cuando llegue el gran día de la boda no solo me cante la mejor canción de amor, sino, que me cargue con sus brazos fuertes, levante mi velo y así por primera vez, poder vernos frente a frente, como dos enamorados que lograron vencer con amor genuino, todo obstáculo que se interpuso para llegar al paraíso eterno y poder escribir para siempre: Dios y yo.

COMMENTS ARE OFF THIS POST