Zacarías 1:3 Así ha dicho Jehová de los ejércitos. Volveos a mí dice Jehová de los ejércitos Y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Me llama profundamente la atención, como un pasaje tan corto recalca 3 veces “dice Jehová de los ejércitos”. Estaba a solas con Dios, hablándole de tantas cosas que mi mente no logro entender y termine por darle la razón como siempre y seguir preguntándole ¿Por qué tenemos que caer en el pozo para devolvernos a tapar el hueco? ¿Por qué esperar la tempestad, para asegurar nuestra casa? ¿Por qué enfermarnos para buscar un médico? ¿Por qué buscar el consejo cuando todo lo hemos echado a perder? ¿Por qué estorbar a los hijos cuando ya se fueron al mundo?.
El Señor nos advierte de estar orando y velando y en este mundo natural que enfrentamos cada día debemos actuar con sabiduría y prevenir dolores a futuro. Ciertamente vivimos tiempos difíciles pero a conciencia plena podemos preguntarnos y a la vez contestarnos ¿Qué lugar ocupa el Señor en mi vida y en mi hogar?. El Señor nos dice, Volveos a mí y Yo me volveré a vosotros.
Muy frecuentemente hablo con aconsejados y les comunicó un pensamiento muy personal. Dios es un Dios Soberano, pero también Condicional, y no me retracto, Él es Condicional. Él nos dice buscad y hallaréis, Perdonad y seréis perdonados, Él da semilla al que siembra. El que lo confiesa delante de los hombres, Él lo confesará ante el Padre. Al que le recibe le da potestad de ser llamado hijo de Dios. Y cuando nos dice Zacarías, Vuélvanse a mí Y Yo me volveré a vosotros, nos está confirmando que Él es Condicional.
Mi hogar no depende de los demás, depende de mí, mis hijos no depende de los demás, depende de mi actitud, el Ministerio que Dios me ha confiado, no depende de nadie más que de mí. Yo determino ser usada por Dios, porque hasta eso: Dios me llamó, pero la efectividad no depende de Dios, sino de cuánto estoy dispuesta de hacer y hasta donde quiero llegar.
No esperes que tus hijos se desvíen o caigan en algún vicio, para llevarlos al Señor. No espere la tempestad para poner seguro su casa, no espere ver resquebrajada la familia para congregarte, estorbarle al pecado, aconsejalos con tu propio testimonio, Consagremos nuestra vida, nuestra casa y nuestra familia al Señor, preparémonos para una gran bendición, Año 2017, Año de la Gloria del Señor, Año de la Familia.
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Cecilia de Caicedo
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