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Jesús resucita a Musulmana y ahora ella predica el...

Jesús resucita a Musulmana y ahora ella predica el evangelio

LA JOVEN FUE ASESINADA POR SU PADRE, QUIEN LUEGO LA LANZÓ A UN POZO

  • Al parecer el hecho ocurrió luego de que el papá le sugiriera aceptar la propuesta de matrimonio de un hombre rico de la región y ella se negara a la idea.
  • “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”, fue lo que la mujer escuchó cuando se encontraba en el pozo luego de haber sido revivida.

 

Ramza es el nombre de la joven que nació en una familia típica musulmana en el Oriente Medio. Se caracteriza siempre por llevar vestidos largos, además de la bufanda que le cubría toda la cabeza y parte de la cara. Su familia la conforman las tres esposas y 13 hijos de su padre, quien es un hombre de negocios que les ofreció una vida cómoda a todos ellos.

Por su parte, la muchacha siempre fue una chica religiosa desde la infancia y estaba dispuesta a practicar el Islam, recitando el Corán y haciendo oraciones cinco veces al día con un ayuno durante el Ramadán. Fue después de haber completado sus estudios en la escuela secundaria, que Ramza escuchó a una antigua compañera de la escuela hablar acerca de Jesucristo.

“Ella era la hija de un pastor y ahora estaba trabajando con la Misión Biblias para el Oriente Medio, pero nunca acepté su mensaje o sus argumentos. Sin embargo, ella me dio un folleto con las porciones del Evangelio que por curiosidad acabé leyéndo, pero no creía”, dijo la adolescente.

Los planes de la musulmana incluían continuar sus estudios e ir a la universidad. No obstante, su padre le propuso aceptar la propuesta de matrimonio de un hombre con mucho dinero que vivía en la región. Él era mucho mayor que ella, y ya tenía tres esposas y varios niños. Por eso, Ramza tenía terror a esa posibilidad, principalmente cuando se dio cuenta de que ella era más joven que el hijo menor de aquel hombre.

Una noche, ella solicitó discutirlo con su padre. “Le rogué a él que no permitiera este matrimonio, que me permitiera continuar con mis estudios. Mi padre negó mi solicitud y no me escuchó”, recuerda. Llorosa y asustada, Ramza amenazó con escaparse de casa antes del matrimonio. Esto enfureció a su padre, que no admitía que su autoridad fuese cuestionada.

El terrible crimen ocurrió cuando su papá ante la furia que sentía, agarrara una silla y golpeara a su hija en la cabeza. Ramza cayó al suelo, derramando mucha sangre. Su padre y su madrastra intentaron resucitarla pero se dieron cuenta que estaba muerta. Espantados de lo ocurrido y tratando de evitar que se descubriese el crimen, ataron el cuerpo en una bolsa grande de plástico y la colocaron dentro del maletero del carro.

Esa misma noche, viajaron muchos kilómetros por en medio del desierto, hasta que llegaron a una plantación de palmeras. Allí había un pozo seco y decidieron lanzar el cuerpo de Ramza. La joven asegura que estando muerta estuvo consciente de que su alma estaba en el infierno, un lugar terrible de oscuridad, describió. “Sentí una gran sed, pero no de agua tal como la conocemos”, explicó.

Ramza comentó que mientras se encontraba en ese lugar oscuro, recordó el momento en el que la amiga le había ofrecido el Evangelio. Cuando su cuerpo sin vida yacía en aquel agujero en el desierto, sucedió algo extraordinario. Ella vio un hombre fuerte, sano y hermoso que se situó en el pozo. Asegura que comenzó a desatarla y puso las manos sobre la cabeza y espalda de ella. En ese instante la vida volvió a su cuerpo.

“Abrí los ojos como si despertara de un sueño. Vi las marcas de los clavos en sus manos e inmediatamente supe que era Jesús”, dijo emocionada. La muchacha cree que él realmente era el Hijo de Dios porque le oyó decir: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”, versículo que se encuentra en Juan
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Después, siguió contando que Jesús la tomó en sus brazos y la llevó fuera del pozo. En ese momento recordó el mensaje de su amiga y entre lágrimas en los ojos dijo: “Jesús, eres mi Señor y Salvador. Fuiste crucificado y moriste por mí. Verdaderamente he resucitado, yo soy tuya”. Cuando levantó la cabeza para mirarlo de nuevo, ya no había nadie allí.

Un pastor que vivía en un pueblo cercano con su esposa, recibió una visión donde el Señor le decía: “Levántate y ve a las plantaciones de palmeras, donde se encuentra una joven que necesita tu ayuda”. En ese momento, Ramza no sabía qué hacer ni a dónde ir, pero asegura que estaba feliz. “Yo estaba alabando y dando gracias al Señor Jesús. Al cabo de unos minutos, una pareja vino a mí. Ellos decían ser cristianos y que el Señor Jesús los guio hacia mí”, relató.

La adolescente fue trasladada a una granja  donde pudiera vivir con otras cinco mujeres. Obtuvo una Biblia y comenzó a aprender más acerca de Dios. Cuando se recuperó por completo, se fue a ayudar en las tareas diarias. Mantiene que no quiere volver a casa, pero que están orando por los miembros de su familia, así como “por todos los habitantes del Oriente Medio, para que sean salvos”. Su deseo ahora es continuar con la difusión del Evangelio, sirviendo al Señor que la salvó.


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