Recientemente se celebró la Semana Santa (conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret). Este tiempo es para llevar la Palabra de nuestro Señor a muchos que la necesitan, familias enteras se van de paseo a “disfrutar” de estos días de vacaciones y en ocasiones pasa desapercibido el motivo por el cual tenemos que compartir unos con otros.
Aún al día de hoy Cristo sigue conquistando a miles de personas, su amor para con el ser humano es algo inimaginable que nunca más nadie podrá repetir. El vacío que Él puede llenar, no lo va a llenar nadie ni nada, aunque muchos todavía no se dan cuenta.
Como en cada Semana Santa, se multiplican los reportajes y programas en televisión de diversa índole sobre Jesús, muchos documentales quieren descubrir ese “algo” oculto y según ellos exponer los errores que tuvo Jesús, muchos otros también aclara con mucha precisión las cuestiones que se le presentaban a Jesucristo.
Durante un viaje que tuve, en la habitación del hotel empecé a ver un documental sobre la historia de Jesús, trataba sobre si historias que aparecen en la Biblia son verídicas y cómo pudieron haber ocurrido.
Se notaba que el deseo de este documental era poner en duda para miles de personas las obras tan maravillosas que realizó Jesús estando en la Tierra. Hablaban sobre los milagros que se hicieron, sobre las experiencias que tuvieron cientos de personas al conocer al Dios Todopoderoso. Aunque muchos quieren minimizar o aún hacer creer que es pura ficción lo que sucedió en aquel tiempo, por más que se esfuercen en eso sabemos que nunca lo podrán lograr. Las obras del Espíritu Santo no podrán jamás ser creadas por manos humanas.
Todos los días es una nueva oportunidad para dar a conocer a otros lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas, Él se encargará de cumplir la obra en cada una de las personas que escuchen de su Palabra en el tiempo que ha establecido para ello.
Que esta pasada semana santa nos deje un sentir en nuestro corazón por compartir a otras de su Palabra, de su amor, de su fidelidad, de ese vacío que solamente Él lo puede llenar. No se necesita de una fecha o momento en especial para hacerlo, en el bus, en el supermercado, en el banco. En cualquier lugar se puede encontrar una persona que necesite unas palabras para saber que Cristo le ama tanto que dio su vida por él o ella.
Lo que Jesús hizo fue dar su vida para que todos nosotros tuviéramos la salvación, esa demostración de amor no la ha hecho nadie jamás. Lo que pueda decir la gente sobre si es cierto o no muchas de las cosas escritas en la Biblia, no debe ser un inconveniente para seguir el camino de la vida que nos lleva a ese Jesús, que lo único que desea es que le entregues por completo tu vida y que sea Él quien te guíe.
Hagamos más famoso a Jesús de lo que ya es!
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