En la pasada edición de Periódico El Camino, se publicó una notica vinculada al tema de una advertencia que realizó el Ministerio de Educación Pública (MEP), a los padres y madres costarricenses, sobre una aplicación para teléfonos inteligentes, llamada “Sarahah”, que inició de una forma inocente con el propósito de funcionar como herramienta de trabajo y sin embargo; terminó representando una fuerte amenaza para niños y jóvenes, que se vieron expuestos por medio de su plataforma a usos malintencionados de personas con fines altamente dañinos.
De igual manera, quién podría olvidar, el famoso juego “La Ballena Azul”, que resultó altamente viral en las redes sociales del mundo, por medio del cual se impulsaba a los niños y jóvenes a cometer suicidio, se trabajaba sus mentes para hacerles sentir desdichados y permitirles agravar situaciones d depresión. Para participar, el requisito representaba cortarse la piel, entre otros comportamientos altamente nocivos.
Los anteriores, vienen representando, solamente dos ejemplos del terrible daño, que la mala utilización de la web, puede provocar en las nuevas generaciones. La pornografía infantil, los secuestros y la extorsión, son parte de los peligros que constantemente sobresalen en los titulares de noticias, causando dolor a las familias que miran a sus hijos, caer en sus garras.
Precisamente por este motivo, durante el mes de setiembre del presente año, el MEP presentó una iniciativa con el fin de contrarrestar estos ataques y durante el mes de setiembre del presente año, en conjunto con el Patronato Nacional de la Infancia, se desarrolló la campaña #elegíhablar, con el objetivo de concientizar a niños y jóvenes sobre el uso responsable de las nuevas tecnología, en aras de proteger su integridad física y emocional.
Si bien es cierto, el auge del internet representó un fuerte avance para la humanidad, en temas educativos y acceso a la información, a la vez juega un papel destructivo en la sociedad de hoy en día, al no utilizarse de forma correcta. La tecnología en manos de niños y jóvenes, no supervisados, provoca fuertes daños. Un alto porcentaje de los adultos de hoy en día, presentan una fuerte resistencia a los cambios tecnológicos, lo cual, agrava la situación.
Constantemente, se escucha hoy en día el término “Millenials”, las empresas etiquetan a los niños y jóvenes, bajo este concepto, en ocasiones, hasta de forma pomposa. Alabando una transformación social que lejos de convertirlos en personas de bien, les hace “adictos a una pantalla digital”, poco responsables y emprendedores. Se acepta y asimila, esta categorización, sin comprender que es necesario hacer un alto en el camino y proteger a quienes serán el futuro de la nación, antes de que se les distorsione por completo, su manera de ver la vida.
Nadie es ajeno, a los cambios vertiginosos, que constantemente surgen con las nuevas tecnologías, los cuales, en ocasiones dejan atrás a los adultos que crecieron en un ecosistema totalmente diferente. Ante esta realidad, ser padre o madre de familia, hoy en día, se convierte en un fuerte reto, pues no sólo es necesario proteger a los hijos de los peligros que se encuentran en las calles, que han transformado sus costumbres y formas de desarrollo (hoy en día resulta prácticamente imposible que los niños jueguen solos en las calles), pero que a la vez, dentro del círculo familiar, sin tener que salir de su casa, en el rincón donde se encuentre una pantalla con acceso a internet, pueden encontrarse los mayores enemigos de los pequeños.
Periódico El Camino, levanta una bandera de alerta a los padres de familia, con el fin de enfilarse en la lucha, contra las malas influencias, de personas inescrupulosas, que utilizar la red, para manipular a niños y jóvenes. Se desea hacer énfasis a los padres de familia, en la importancia de no permitir que la rutina y el afán diario, sature su tiempo, impidiendo generar espacios de calidad a sus hijos, que les permita estar alerta y vigilantes, ante cualquier estrategia que desee dañarles.
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