Pablo nos enseña; que debemos ser transformados, para así poder experimentar la restauración y transformación exterior, y ser personas nuevas, dejando huella a otros para que puedan conseguir un cambio en sus vidas.
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”. Juan 15:16
Cuando el Padre pone su mirada en un hombre o en una mujer, lo que Dios está viendo no es el exterior, no es lo que está viendo actualmente, no es su estado, sino el postrer de esa persona. Él se determina a cambiarla, transformarla y restaurarla para que su vida sea de alcance a otros. El testimonio, la fuente de vida que nace del Espíritu Santo en esa persona, el fluir del Padre que se suelta cuando una vida es restaurada.
“Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí”. Juan 8:18
Tenemos un Dios que revela lo profundo y lo escondido, conoce lo que está en deterioro, y nos muestra un camino nuevo.
Tan importante es el arrepentimiento para experimentar un cambio de actitud y de propósito en la vida. RESTAURADOS, es tornarse de algo y volverse hacia otra cosa.
Cuando somos restaurados comenzamos a vivir de nuevo, se abre un nuevo horizonte, son abiertos nuestros sentidos, se comienza a ver la vida con destino y propósito, y por ende nos proyectamos a un nuevo tiempo de conquista tras conquista.
Para ser RESTAURADOS se necesita dejar el ego, valor y esfuerzo. La restauración es una obra, un proyecto y un cambio que necesita tiempo, que nace primeramente la mentalidad, segundo el corazón y por ultimo tendremos efectos físicos de una restauración genuina que dará testimonio a muchos y querrán experimentar ese cambio. “Metanoia” que es un cambio de mentalidad o forma de pensar, una modificación de conducta.
Dios será el que te ayude a seguir las instrucciones divinas para caminar, caminar y no mirar atrás, la palabra nos deja versos como: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”. Filipenses 3:13
“Si logras restaurarte, serás de motivación a otros para producir un cambio, productores de cambios, eso es lo que el Padre anhela”
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Lidia Giménez

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